"Todo fue mágico", dijo un jubiloso Branson luego de que el plateado avión espacial VSS Unity retornará una hora después a la pista de aterrizaje de la base Spaceport America, con Branson y los otros cinco ocupantes a bordo.
"He soñado con este momento desde que era un niño, pero nada me había preparado para tener una vista de la Tierra desde el espacio", reconoció el empresario ante periodistas y miembros de Virgin Galactic, la firma que fundó en 2004 para realizar vuelos comerciales al espacio.
Poco después, el británico y los miembros de la misión Unity 22 recibían una insignia que los acreditaba como astronautas.
Concluía así una jornada que empezó con un retraso de 90 minutos a causa del mal tiempo, y en el que el avión se separó de la nave propulsora VMS Eve, llamada así en honor a la madre de Branson, luego de alcanzar una altitud de 10.000 pies (poco más de 3 kilómetros).
Ha sido el primero de los que forman parte de "la carrera espacial de los millonarios", como los medios estadounidenses han llamado a las iniciativas espaciales que encabezan Jeff Bezos, hasta hace unos días director ejecutivo del gigante Amazon, y Elon Musk, fundador de la firma de autos eléctricos Tesla.
Branson, de 70 años, ha quitado leña al asunto, al asegurar que no existe tal carrera, e incluso Musk, fundador de la firma privada SpaceX, fue uno de los asistentes al despegue hoy en Nuevo México y hasta le deseó buena suerte en un mensaje de Twitter.
Bezos, quien en unos días viajará también al espacio en la nave New Shepard, diseñada y construida por su compañía Blue Origin, señaló este fin de semana que los de Virgin Galatic no son exactamente aviones espaciales.
El creador de la mayor empresa de venta al detalle del mundo aseveró que es aceptado mundialmente que por arriba de la línea imaginaria de Karman, situada a 62 millas (99,7 km) de la Tierra, está el espacio exterior y por debajo la atmósfera terrestre.
Este domingo, no obstante, rebajó también las diferencias y felicitó al también filántropo por su aventura.
"Felicitaciones por el vuelo. ¡No puedo esperar para unirme al club!", escribió Bezos en su cuenta de Instagram.
UNA "REVOLUCIÓN" AL SECTOR TURISMO
En Spaceport America, una estructura futurista levantada en medio del desierto y base de operaciones de Virgin Galactic, se ha vivido este domingo un ambiente de júbilo tras años de trabajar en la meta de realizar vuelos espaciales comerciales.
En este aeropuerto, de propiedad estatal ubicado en la localidad de Truth or Consequences (Nuevo México), se habían completado recientemente tres vuelos de prueba al espacio, algunos con personas a bordo, si bien el de hoy era el primero "completamente tripulado" y con su fundador y principal inversionista a bordo.
Branson tuvo como tarea evaluar la experiencia de los futuros clientes de los vuelos espaciales que haga Virgin Galatic, compañía que tiene previsto aún por lo menos otros tres vuelos de prueba como el de este domingo.
Viajaron con él Beth Moses, instructora jefa de astronautas; Colin Bennet, ingeniero de operaciones, y Sirisha Bandla, vicepresidenta de asuntos gubernamentales e investigación. Los pilotos del VSS Unity son Dave Mackay y Michael Masucci.
Rick Homans, que fue director de las instalaciones de Spaceport America, dijo a Efe antes del despegue que "esto es solo el principio" en lo que respecta a una industria que pretende "revolucionar" el sector del turismo.
"Todo el mundo está pendiente de lo que pasa hoy aquí. Pero estamos en el inicio de algo que será muchísimo más grande, así que toda la inversión que se ha hecho va a valer mucho la pena de cara a las próximas décadas", declaró.
A su turno, el alcalde de Las Cruces, Kenneth Miyagishima, aseguró que el proyecto de Branson "va a servir de modelo para otros países para poner en evidencia lo importante que es el turismo espacial".
"En un futuro cercano, los que puedan viajar a bordo de estas naves van a poder estar en cualquier parte del mundo en pocas horas y eso era impensable hasta ahora", dijo Miyagishima.
Virgin Galactic espera poder empezar sus viajes a partir del próximo año a clientes que han pagado hasta 250.000 dólares por sus billetes. Según la compañía, lleva recaudados 80 millones de dólares en ventas y depósitos.