En un vídeo divulgado por la EnvA, Grandjean explica que una vez recogidas las muestras, se presentaron a nueve perros que no tuvieron ningún contacto con esas personas, de las cuales 109 fueron positivas al ser sometidas a un test PCR que se realiza a partir de las células recogidas con un bastoncillo que se introduce en las fosas nasales.
Los nueve animales utilizados, algunos de los cuales trabajan con los bomberos en Francia pero también los hay que llegaron de los Emiratos Árabes Unidos, identificaron el 97 % de las compresas con sudor de los positivos, lo que se traduce en un intervalo de confianza de entre el 92 y el 99 %.
La EnvA, que lanzó la investigación en asociación con el organismo que reúne los hospitales públicos de la región de París (AP-HP), con la Agencia Regional de Sanidad y con la misma región Ile de France, subraya en un comunicado que los perros no necesitan más que “una fracción de segundo” para cada examen.
Eso supone una ventaja en términos de tiempo, si se compara con el test PCR, que requiere varias horas en el laboratorio, pero también en términos de costo, y es menos invasivo para las personas.
Por eso, la confirmación de su efectividad con lo que los autores reivindican como el primer estudio de este tipo a nivel internacional podría abrir el camino a una utilización más amplia de este procedimiento.
Por ejemplo, para decidir qué personas habrían de ser sometidas a una prueba virológica y facilitar la detección masiva gracias a la rápida respuesta de los perros.
Más allá del covid, esta técnica ofrece perspectivas “prometedoras” para el diagnóstico de otras enfermedades.
El uso del olfato de los perros para la detección de enfermos de coronavirus se ha extendido en los últimos meses en muchos países.