Jodie Harris contó a Virginia Lottery que el hambre lo llevó a desplazarse hasta una tienda de conveniencia y, mientras esperaba que le prepararan el sándwich, decidió comprar un boleto de lotería.
Al revisar más tarde los números del sorteo, el hombre se dio cuenta de que su hambre fue señal de buena suerte: su boleto resultó ser ganador de un premio de 150.000 dólares.
El afortunado afirma que planea gastar parte del dinero en ayudar a sus familiares y que ahorrará el resto para su jubilación.