Sin embargo, debemos tener en cuenta que estos cambios no se notan o son imperceptibles, según lo publicado en Webconsultas. Lo cierto es que este cambio puede decir mucho sobre nuestras relaciones.

Las hormonas juegan un papel importante

La segregación de dopamina está relacionada, según los investigadores, con el deseo generado en los primeros contactos con la pareja. Esto se traduce en los papeles diferenciados que se perciben en las relaciones: el de dominante y dominado.

De hecho, han determinado que en quienes cumplen con el papel de dominante la temperatura de sus manos, cara, abdomen y pecho aumenta 2 ºC; mientras que en las personas subordinadas la temperatura baja.

Esta relación de poder es intercambiable, y la reacción se debe a una respuesta de lucha y de huida. Por otro lado, en las relaciones clasificadas como de ternura o intimidad, los científicos notaron una relación más recíproca porque la temperatura de las manos y cara aumenta 1ºC. Sin embargo, la temperatura del abdomen se reduce.

En esta etapa la hormona que se produce es la oxitocina, y su efecto hace que tengamos el deseo de proteger a nuestra pareja.

La temperatura corporal puede variar según el tipo de relación que se tenga. Fuente: Pixabay

Según la observación de los científicos, la pasión es el preludio de la ternura, y ya en esta etapa la actividad sexual se reduce y la comunicación con nuestra pareja aumenta.

Por último, las relaciones por compromiso social están signadas por el interés, ya sea por motivos económicos o de otra índole. En este tipo de relaciones la hormona predominante es la serotonina, asociada con el estado de ánimo.

En este tipo de relaciones no hay cambios en la temperatura corporal. Ahora bien, no hay que confundir estas tres fases con la atracción sexual, donde la hormona predominante es la testosterona.

Cómo se realizó el estudio

Los resultados obtenidos fueron gracias a un estudio realizado con alrededor de 60 personas, cuyas edades oscilan entre los 24 y 47 años. Se realizaron pruebas termográficas. Cada participante estuvo en una sala completamente desnudo para estabilizar su temperatura.

Luego, se les mostraron imágenes de sus parejas o hablaron con ellas mientras las variaciones en la temperatura corporal eran medidas.

Con estos resultados, los investigadores establecieron al menos 3 tipos de amor: el vacío, cuyas bases son el interés y compromiso social; el amor fatuo, que está signado por la pasión; y la amistad o altruismo, donde predomina la ternura.

Así que, la relación que cuente con los 3 factores antes mencionados, será el amor completo. Y es que una relación está basada por estas características: el deseo de proteger a la persona amada, de pasar más tiempo con ella y de compartir intereses en común.

Y claro está, nuestro cuerpo experimentará cambios de temperatura imperceptibles para nosotros cuando estemos con esa persona que queremos.