Medios internacionales como RT indican que el incidente generó una despresurización que succionó a Lancaster por la ventana fuera del avión. El piloto no salió volando debido a que un asistente lo sostuvo de las piernas hasta que el avión aterrizó.
30 años después, el caso se ha hecho viral en redes sociales, luego de que el periodista David Ferrier publicara en Twitter imágenes del incidente, las cuales fueron tomadas de un documental de National Geographic en 2005.
El documental indica que el vuelo 5390 de la citada aerolínea, con 81 pasajeros y seis tripulantes, salió del aeropuerto de Birmingham el 10 de junio de 1990 hasta España. Al elevarse a 17,000 pies de altura, los asistentes de vuelo sirvieron bebidas y los pilotos se quitaron los cinturones para esperar el desayuno.
Pero, luego de esto se generó una explosiva ruptura del parabrisas lateral de Tim Lancaster y la descompresión sacudió el avión, destruyó la puerta de la cabina y arrastró su cuerpo hacia fuera.
Sin embargo, momentos después se produjo la explosiva ruptura del parabrisas lateral del capitán Lancaster, y la repentina descompresión sacudió al avión, arrancó la puerta de la cabina y arrastró el cuerpo del piloto hacia el exterior, quien apenas se sostenía de sus piernas, metidas debajo de los controles.
Tras investigaciones de lugar, se determinó que la ruptura del parabrisas generó una mala instalación de los pernos que tenían que sostenerlos y aguantar la diferencia de presión entre el exterior y la cabina.