El Departamento de Virología Experimental de Amsterdam UMC (Universitair Medische Centra), el Banco Holandés de Leche Materna, el área de Investigación y Desarrollo de Wageningen, la Universidad de Utrecht, el banco de sangre Sanquin y la biofarmacéutica Viroclinics trabajan en conjunto en este experimento que busca preservar los anticuerpos presentes en la leche y usarlos como medida preventiva en las poblaciones de alto riesgo.

“Creemos que después de beber la leche, los anticuerpos se adhieren a la superficie de nuestras membranas mucosas. Allí atacan las partículas del virus antes de que entren al cuerpo”, explicó Hans van Goudoever, director del Hospital Emma, parte del Amsterdam UMC, a la prensa local. Por ello, han recolectado leche materna de unas 7,500 mujeres lactantes que han tenido coronavirus. Los científicos han demostrado que la leche contiene anticuerpos contra el virus que permanecen incluso después del proceso de pasteurización y seis meses después de haber cursado la enfermedad.

Los investigadores han creado helados y afirman que el de sabor pera ha sido el mejor recibido entre los voluntarios que han participado en el estudio. La intención de los expertos de los Países Bajos es distribuir estos helados en hogares de ancianos para que sirvan como una medida preventiva para evitar brotes de COVID-19, aunque todavía no saben si funcionará.

“La idea es dar a los residentes de un hogar de ancianos donde está ocurriendo un brote, helado de leche materna todos los días durante unas semanas como medicina preventiva. Estamos en medio de la segunda ola, así que creo que podemos comenzar con eso en unas pocas semanas. Tenemos mucha curiosidad por los resultados”, aseguró el doctor Van Goudoever.

Entre las investigaciones que han encontrado propiedades en la leche materna capaces de combatir el coronavirus, se encuentra una realizada por el Instituto de Biología Genética de la Academia de Ciencias de Rusia y otra de la Universidad Tecnológica Química de Beijing.