1. Agua caliente
Coloca la tapa bajo agua caliente durante aproximadamente un minuto, sécala y ahora podrás retirar la tapa. El éxito del truco se debe a que calor del agua expande el metal de la tapa. También puedes usar una secadora para el cabello o un encendedor pero evita usar este método tapas de plástico o pueden derretirse.
2. Voltea el frasco y dale palmadas
Voltea el frasco boca abajo y golpea firmemente el fondo del vaso varias veces con la palma. La idea es mover el contenido del frasco, lo que puede cambiar la presión y facilitar la apertura de la tapa.
3. Usa una palanca
Usa una cuchara, un cuchillo de mantequilla o un utensilio con un borde firme y delgado (no cortante). Coloca el borde del utensilio debajo del borde del frasco en un ángulo de 45 grados y muévelo lentamente alrededor del sello. Este movimiento iguala la presión y puede ayudar a romper el sello.
4. Golpea la tapa del frasco con la encimera
Con cuidado de no romperlo, da unos golpes al frasco contra el borde de la encimera. Impacta el lugar donde la tapa se encuentra con el frasco para aflojar el sello. Al voltear el tarro se mueve el contenido, lo que puede cambiar la presión y permitir que el sello se rompa.
5. Usa una toalla para tracción
Una toalla de tela te ayuda a un mejor ejercicio de tracción y resistencia. Envuelve la toalla alrededor de la tapa sujetando con una mano y con la otra agarra el frasco. Girar la tapa debería ser más fácil con el mejor agarre para romper el sello.
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