No se conoce la razón por la que hay menos zurdos que diestros, aunque todo apunta a la evolución. Algunas tareas están recogidas por el hemisferio izquierdo del cerebro, mientras que en otras gobierna el derecho; por un cruce de nervios el lado izquierdo tiene control sobre el derecho y viceversa. Lo que explica la denominada como teoría o hipótesis del Homo loquen es que la lateralización en general fue impulsada por la evolución hacia una postura bípeda erguida, mientras que la preferencia por la derecha fue impulsada, un tiempo después, por la evolución del lenguaje. Al desarrollarse en el lado izquierdo también lo hizo la preferencia de usar este hemisferio del cerebro y, por tanto, el uso de la parte derecha del cuerpo; sin embargo, se trata tan solo de una teoría y no ha podido ser comprobada.
Quizá la predominancia diestra es tan solo una casualidad, pues lo cierto es que hace 1 millón y medio de años nuestros antepasados ya tenían tendencia a ser diestros. Eso no tiene por qué significar que los zurdos estén en una desventaja evolutiva frente a aquellos que escriben con la derecha: algunos estudios apuntan a que se recuperan mejor de los accidentes o daños cerebrales y que son mejores en la lucha, por aquello del factor sorpresa.
Y, ¿cuántos zurdos hay en el mundo? Los estudios científicos han dado respuestas muy variadas a esta pregunta, que van desde menos del 3% a más del 15%. La amplia variación se explica porque las muestras son muy pequeñas y, generalmente, se estudiando solo países concretos. Pero las tasas de zurdos, quizá por tabú o por factor cultural, difieren mucho entre unos países y otros: por ejemplo, un estudio reciente descubrió que las personas nacidas en Inglaterra tenían un 10.1% de probabilidad de ser zurdas, mientras que las personas nacidas fuera del Reino Unido solo tenían un 6.8% de probabilidad. Por tanto, hasta ahora, los datos no eran muy fiables.