Por qué nos congestionamos
Existen muchas causas: resfriado común, gripe, infección sinusal, rinitis alérgica, rinitis vasomotora u otras alergias. También puede deberse al uso excesivo de algunas gotas o aerosoles nasales comprados sin receta por más de 3 días, pólipos nasales, masas de tejido inflamado que recubren la nariz e incluso por el embarazo. Puedes probar las siguientes opciones para encontrar alivio:
1. Olla Neti
Es un recipiente diseñado para enjuagar los desechos o el moco de la cavidad nasal. Si eliges hacer tu propia solución salina, es importante usar agua embotellada que ha sido destilada o esterilizada. El agua del grifo es aceptable si ha pasado a través de un filtro o si se ha hervido durante varios minutos y luego se deja enfriar.
Cómo se utiliza
Inclina la cabeza hacia los lados sobre el fregadero y, respirando a través de la boca abierta, vierte suavemente la solución salina en la fosa nasal superior para que el líquido drene a través de la fosa nasal inferior. Luego, repite del otro lado. Asegúrate de enjuagarla después de cada uso.
2. Otros accesorios
Otros dispositivos manuales, como botellas comprimibles, recipientes a presión o goteros, también se pueden usar para enjuagar o irrigar los conductos nasales siguiendo el mismo procedimiento. Habla con tu médico para ver si el enjuague nasal es adecuado para ti.
3. Descongestivos de venta libre
La mayoría de éstos vienen en forma de píldora, líquido o aerosol. Estos productos no deben usarse durante más de 3 días, ya que tu organismo puede volverse dependiente de ellos y luego sentirás la nariz aún más tapada al dejar de usarlos. Esto se conoce como “efecto rebote”. Por eso, lo mejor es consultar con el médico antes de comprarlos.
4. Baños de vapor
Son populares y muy antiguos los vapores en casa para descongestionar. Se pueden hacer con agua y sal, pero las abuelas y madres aseguran que es mejor con eucalipto, ya que ayuda a abrir las vías respiratorias. Debes vaciar agua caliente en una vasija amplia y agregar aceite u hojas de eucalipto. Coloca una toalla en tu cabeza para tratar de atrapar todo el vapor y respira profundamente.
5. Solución salina casera
Es un remedio muy utilizado. Puedes mezclar un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato en una taza de agua tibia. Luego, vierte un par de gotas en cada fosa nasal, inclínate hacia adelante para que escurra un poco y suena tu nariz suavemente.
6. Toalla o paño húmedo
Una forma segura de aflojar las costras duras que obstruyen la nariz y te impiden respirar normalmente, es tomar una toalla y sumergirla en agua tibia, escurrirla y apoyarla sobre la nariz, reteniéndola allí por un minuto o un poco más. Lava bien la toalla luego de cada uso.
7. Humidificadores de ambiente
Los humidificadores agregan humedad al aire, lo que puede ayudar a aliviar la tos y la congestión nasal causada por un resfriado. Los aparatos de vapor caliente y frío son igual de efectivos para humidificar el aire. Esto se debe a que cuando el vapor de agua llega a las vías respiratorias inferiores entra a la misma temperatura, independientemente si proviene del calor o frío.
Precauciones
Si usas un humidificador, asegúrate de mantenerlo limpio para evitar la acumulación de minerales y el crecimiento de bacterias y mohos. Los humidificadores que contienen agua estancada, particularmente los de vapor frío, pueden dispersar estos materiales por el aire.
8. Difusor con aceites
Una forma sencilla de obtener alivio, y también de aromatizar el ambiente, es utilizar difusores de aceites esenciales como descongestivos. Los más conocidos y utilizados a nivel popular son los aceites de menta y eucalipto, por sus posibles poderes descongestivos.
9. Nebulizadores
Cuando se utiliza un nebulizador para administrar medicamentos, éstos se colocan en un reservorio especial y se inhalan en forma de vapor mediante una mascarilla o una boquilla. A veces, se inhala sólo solución salina. Existen distintos tipos de reservorios y de nebulizadores, de modo que es importante consultar al médico antes de usarlos.
Fuentes consultadas
Holadoctor.com/ Academia Americana de Médicos de Familia, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.