Para él, no importará como lo llamen de ahora en adelante. “Quiero que escuchéis la verdad de mí, cuanto pueda compartir -no como Príncipe o Duque, sino como Harry, la misma persona que muchos de vosotros habéis visto crecer en los últimos 35 años-, pero desde una perspectiva clara”.
El miedo a lo desconocido
“Lo que quiero dejar claro es que no estamos huyendo, y no estamos realmente escapando de vosotros. Nuestro deseo era continuar sirviendo a la Reina, la Commonwealth y mis asociaciones militares, pero sin financiación pública. Desafortunadamente, no ha sido posible. Lo acepto, sabiendo que no cambia lo que soy o cómo de comprometido estoy. Pero espero que esto os ayude a entender lo que tenía que ocurrir, que tendré que sacar a mi familia de un lugar que siempre he conocido, para dar un paso en lo que espero que sea una vida más tranquila. Nací con esta vida, y es un gran honor servir a mi país y a la Reina”. Siguió recordando a su madre, Diana de Gales. “Cuando perdí a mi madre hace 23 años, me acogisteis. Me habéis cuidado durante mucho tiempo, pero los medios son una fuerza poderosa, y mi esperanza es que un día nuestro apoyo colectivo y mutuo pueda ser más poderoso, pues es más grande que uno mismo”.
El futuro
“Ha sido nuestro privilegio servirlos y continuaremos con una vida de entrega. Ha sido también un privilegio conocer a muchos de vosotros y vuestra emoción por la llegada de nuestro hijo Archie, que vio la nieve por primera vez el otro día y ¡pensó que era increíble! Siempre he tenido el máximo respeto por mi abuela, mi comandante en jefe, y estoy increíblemente agradecido a ella y al resto de la familia, por el apoyo que nos han prestado a Meghan y a mí en los últimos meses. Seguiré siendo el mismo hombre que lleva consigo a su país y dedica su vida a apoyar las causas, organizaciones y comunidades militares que son importantes para mí. Juntos me habéis educado para la vida. Y este papel me ha enseñado más acerca de lo que está bien y es justo de lo que podía haber imaginado. Estamos haciendo un salto de fe –gracias por haberme dado el coraje de dar el siguiente paso”. El nieto de Isabel II siguió hablando entonces de la labor de la asociación, que se ocupa de ayudar a los jóvenes que tienen VIH y Sida.