¿Por qué tenemos hipo? La explicación detrás del fenómeno
Todos experimentamos el hipo, a veces mucho más de lo que nos gustaría. En general, puede ser bastante irritante y hasta doloroso, pero la peor parte es cuando simplemente sientes que no puedes parar. A veces intentas con alguno de los clásicos métodos para pararlo y aun así, no cede; es un peleador ávido.


Pero, ¿por qué se genera el hipo? ¿Qué causa que este espasmo casi incontrolable te interrumpa en los momentos más inoportunos? ¿Por qué es tan, tan difícil hacer que pare? Todas estas son preguntas válidas, y las respondemos a continuación.

¿Cuál es la explicación biológica?

Por empezar, aclaremos unas cositas sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo, o más precisamente del proceso mecánico mediante el cual espiramos e inspiramos.

Cuando inspiramos, o sea, cuando hacemos ingresar el aire con oxígeno dentro de nuestro cuerpo para que en los pulmones se lleve a cabo la respiración propiamente dicha, el diafragma, un músculo ubicado debajo de este par de órganos, se contrae, de modo que el tórax se expande y el aire entra través de la tráquea. Para la espiración, el proceso es al revés: el diafragma se relaja y entonces el tórax se contrae, lo que produce que el aire salga por nariz y boca.

El nervio que controla el diafragma es el frénico, y si algo hace que le envíe las señales incorrectas, el músculo podría contraerse repentinamente. Eso lleva a una inspiración repentina al mismo tiempo que la glotis se cierra súbitamente y ¡pum! Ahí está el hipo. El problema es que generalmente el centro de hipo, un centro neuronal del sistema nervioso central, sigue enviando señales anómalas al diafragma y el hipo continúa con una intermitencia de 4 a 60 hips por minuto.

Si bien es posible que surja repentinamente, algunos de los factores que pueden inducir el hipo son las bebidas con gas, el consumo excesivo de alcohol y de comida, cambios de humor o estrés, entre otras cosas. De todos modos, no se sabe con precisión por qué estos factores generan hipo.

A diferencia de otros reflejos, el hipo es absolutamente inservible. Quizá tiene un origen evolutivo complejo que en su momento nos fue útil, pero hoy en día no cumple ninguna función ¡Sólo está para molestar!

¿Deberías preocuparte?

Por supuesto que no, el hipo es perfectamente natural y suele detenerse tan súbitamente como se produce, aunque puedes intentar con algunos tratamientos populares que de seguro conoces bien (ya sabes, tomar un vaso de agua fría o mantener la respiración por 15 segundos). Ahora, si el ataque de hipo dura más de 48 horas, entonces quizá sea hora de que le hagas una consulta a un médico. En esos casos se le denomina singultus y puede traer complicaciones como insomnio o pérdida de peso, además de que puede ser síntoma de un cuadro grave. Por ejemplo, un inglés que hipó durante 27 meses seguidos, 12 horas al día, dejó de hacerlo cuando le descubrieron un tumor cerebral y se lo extirparon.

Y tú, ¿cuál es tu récord en un ataque de hipo? Probablemente no superes el de Charles Osborne, quien sufrió de uno durante 68 años.

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Escrito Por Redacción R
Tuesday, December 24, 2019
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