Una vez que su exnovio le regaló un Fitbit para Navidad, ella, encantada, lo sincronizó con el de su pareja. Todo fue bien hasta que un día el hombre desapareció a las 4 de la mañana y ella detectó, a través de ese dispositivo, que sus niveles de actividad física se aceleraron de una manera considerable.
Los internautas no tardaron en reaccionar y compartir sus propias experiencias con Slater. Así, una mujer relató que vivió un episodio similar con su exmarido.
“¡Jane! Mi exmarido quedó atrapado en una aventura porque llevaba puesto el reloj de entrenamiento y el monitor de latidos que mi madre le compró para Navidad, mientras estaba “corriendo”. ¡Fue el aumento de la frecuencia cardíaca de menos de un minuto lo que me confirmó las cosas!”.Por su parte, Slater confesó que ya ha superado la historia y ahora prefiere reírse de la situación.
“Una vez me dijo una amiga: ‘Algún día nos reiremos de eso’, cuando estaba llorando descontroladamente en el coche. Ahora tengo muchos jajajaja”, tuiteó la mujer.