Tian dio a luz la mañana del pasado viernes en el Hospital de Cuidados para la Salud de la Infancia y la Maternidad de Zaozhuang, en el este de China.
Una bebé sana
La niña, a la que han puesto el nombre de Tianci ("enviada del cielo" en mandarín), nació por cesárea a la semana 36 del embarazo, pesando 2.506 gramos. Aunque todavía está a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, tiene buena salud y está estable.
Su madre, que fue enfermera de pediatría en este hospital, estuvo consciente durante toda la cesárea y también está en el UCI, informa el Mirror.
Los otros hijos no quieren saber nada de los nuevos padres
Según ha explicado Heping Huang, de 68 años y marido de Tian, los otros dos hijos de la pareja (la mayor tiene 40 años) han dejado de hablarlos. Los dos han cortado lazos con sus padres por continuar adelante con el embarazo, a pesar de los riesgos por la edad de Tian.
Un embarazo no planificado
El nuevo padre ha asegurado a los medios locales que no habían ido a buscar el embarazo: "Si hubiéramos querido a otro hijo, lo habríamos tenido mucho antes", ha explicado. Y continúa: "Ha sido un accidente. No lo queríamos tener tan grandes".
Sin embargo, según sus padres, Tianci es un regalo de Dios.
Una gran diferencia de edad
Como el matrimonio ha tenido a la niña en una edad tan avanzada, sus hijos son mucho más grandes que la bebé. Tianci tiene una hermana de 40 años y sobrinos, cuya mayor ha cumplido 18 años y acaba de empezar la universidad.
Tianci es, pues, la más pequeña de la familia con diferencia.
Daría marcha atrás
Tian ha confesado a los medios locales que, si tuviera otra oportunidad, no hubiera continuado con el embarazo. Según su testimonio, "el parto fue doloroso, demasiado doloroso. Hacía tanto daño que no podía ni mantener los ojos abiertos".
Sin ayuda de su familia
La madre asegura que no tiene el apoyo de sus hijos y nietos a la hora de criar a Tianci. El matrimonio solo cuenta con la pensión del marido para salir adelante.
Además, la pareja dice que "intentarán vivir hasta los 110 años", en referencia a la posibilidad de que mueran con una hija recién nacida.
"No hemos visto nunca ningún caso como este"
El personal del hospital calificó el riesgo de este embarazo como muy alto, dada la edad de la madre. Pero ella decidió continuar adelante, alegando que físicamente se veía capaz.
El doctor que asistió el parto ha asegurado a varios medios chinos que "los problemas que surgieron durante el parto los habían previsto y no eran muy graves". Según el médico, los trataron de forma rápida y la madre y la hija estuvieron seguras en todo momento. "Nunca había visto nada igual, teniendo en cuenta las circunstancias", ha dicho.