La investigación realizada por el Ministerio de la Mujer, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Oficina Nacional de Estadística (ONE) destaca que un 8.6% de esas mujeres no realizaron una denuncia porque pensaron que no les iban a creer o por vergüenza, mientras que un 5.4% manifestó que desconocía una organización de apoyo o desconfiaba de las autoridades correspondientes. El 5.2% no lo hizo por miedo a sus agresores y a las consecuencias.
Solo el 2.8% de las trabajadoras consultadas denunció al menos uno de los hechos de violencia experimentados en el ámbito laboral.
La violencia contra la mujer no solo es frecuente en el ámbito familiar, social, comunitario y educativo, también se da en los trabajos, ya sean instituciones públicas o privadas y normalmente, según esta encuesta, las agresiones son perpetradas por los distintos niveles jerárquicos, desde el más alto hasta el más bajo.
El informe de resultados arrojó que los principales perpetradores de violencia en el ámbito laboral experimentada por las mujeres de 15 años y más, a lo largo de toda la vida, fueron: patrón o jefe (60.3%), compañero (37.8%), ejecutivo (7.9%) y cliente (21.2%).
Otros perpetradores mencionados por las féminas fueron una persona desconocida en el trabajo (6.3%), un familiar del jefe (1.8%) y de otra persona en el trabajo (8%).
El estudio calificó cinco tipos de violencia contra la mujer para su evaluación: física, sexual, psicológica, económica y patrimonial.