El felino fue capturado después de cinco horas de búsqueda porque se escabulló por una alcantarilla cuando un guardia de la cárcel La Reforma lo detectó.
“Se nos dificultó mucho porque se metió a una alcantarilla de unos 100 metros de profundidad, entonces hubo que esperar mucho tiempo”, dijo a periodistas Pablo Bertozzi, director de la policía penitenciaria.
Cuando finalmente salió y los agentes penitenciarios lo capturaron, el gato tenía atado en el lomo una bolsa con dos teléfonos celulares, un cargador y chips.
El hallazgo ocurrió en momentos de gran preocupación en Costa Rica por el uso de teléfonos celulares en las cárceles para realizar estafas.
Grupos de delincuentes han utilizado animales de forma recurrente para hacer envíos a privados de libertad.
En 2015 fue encontrada una paloma con drogas amarradas a sus patas al ingresar a La Reforma.