Este residente de Melbourne (Victoria, Australia) fundó la empresa Studiohawk cuando tenía 16 años, pero el proyecto se suspendió cuando se le acabó el dinero y poco después se quedó sin hogar.
"La primera noche como sintecho fue la peor", debido a que "no tenía idea de adónde ir ni qué hacer", así que pasó sus primeras noches "bajo un puente" y se sentía "terrible por pedir ayuda", así que encontraba "algo para comer en comedores populares" o pedía alimentos sobrantes "en cafeterías" relató.
A pesar de vivir en la calle, este emprendedor no renunció a desarrollar su idea: llamó a sus colegas y clientes anteriores para reiniciar su proyecto y logró que varios se reincorporaran a esa iniciativa.
Tras sufrir "muchos momentos negativos", este joven de 21 años estima que la experiencia le enseñó "mucha resiliencia" y le hizo "madurar mucho", debido a que hoy en día "no sería la misma persona" si no hubiera superado "un periodo tan duro" en su vida.
Sanders reflotó Studiohawk en 2017 y ahora esa firma millonaria hasta dispone de una oficina en Londres.