Lo curioso del caso es que a pesar de que la pareja de la madre también es de “raza blanca” el bebé nació claramente más morenito que ambos y con claras evidencias de ser negro. Tras el parto y una vez en la habitación el joven pidió explicaciones a la madre de la criatura a lo que ella respondió que “la culpa la tienes tú con esa manía que te han entrado de tomar café a todas horas”.
“Me siento mal ahora por haber dudado de mi pareja. Es cierto que últimamente tomo demasiado café y eso puede haber influido de alguna manera” explicó el joven que a pesar de la recomendación de los médicos de que solicitara una prueba de paternidad se negó en rotundo a ello. “Confío planamente en mi pareja, ella dice que muchas veces las pruebas de paternidad fallan, así que no me la haré”.