La joven, identificada como Lovely Acosta Baruelo, había trabajado por varios meses para las personas que la reprendieron por haber dejado los muebles caros al aire libre y bajo el sol, por lo que la ataron de pies y manos en el calor inclemente para que “se pusiera en el lugar” de los objetos y entendiera los riesgos de permanecer bajo el sol.