Hace siete años, el organismo global que supervisa las direcciones y los protocolos que hacen que Internet funcione decidió permitirles a los usuarios de la red crear nuevos nombres de dominios, además de los ya conocidos, como “.com” o “.org”. Amazon, (“Amazon Inc.”) por conveniencia, trató de apoderarse de “.amazon”. Pero Brasil y Perú protestaron argumentando que ese nombre debía pertenecerle a la verdadera, y mucho más antigua, selva.
Amazon afirma que el 70% de los neoyorquinos respalda sus planes e inversiones. (Foto: Reuters)
Así que Amazon Inc. intentó utilizar los complicados procedimientos de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, su sigla en inglés) para defender su caso.
También buscó apaciguar a sus críticos latinoamericanos ofreciendo regalarles lectores de libros electrónicos Kindle así como servicios de web y de computación en la nube de Amazon Web Services por un valor, supuestamente, de US$ 5 millones. A esto podemos llamarle, si se quiere, la madre de todas las tarjetas de regalo. Pero fue en vano.
Cuando en una reunión en octubre el directorio de la ICANN pareció estar del lado de Amazon Inc., la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), un grupo de ocho gobiernos latinoamericanos, emitió una crítica contundentemente formulada.Goran Marby, el director ejecutivo y presidente de la ICANN, declaró que el directorio tomará una decisión cuando el grupo completo se reúna esta semana en Kobe, Japón.
Sin embargo, hace unos días los brasileños pidieron otra demora. Marby ha comentado que él “continúa alentando a Amazon Inc. y a los gobiernos de la región amazónica a buscar soluciones”. Pero el tema actualmente es tan delicado -y acalorado- que Amazon Inc. no quiso hacer comentarios cuando los contacté la semana pasada.
Espíritu multilateral
Todavía no está claro cómo terminará. Aunque el resultado no es financieramente significativo para Amazon Inc., los inversionistas no deben ignorar esta batalla entre la naturaleza y la riqueza. (En el Nuevo Testamento, la Biblia dice, “No puedes servir a Dios y a las riquezas”).
Esta disputa entre la OTCA y Amazon Inc. ha revelado una ironía bastante alentadora y una especie de paradoja. Hoy en día, vivimos en un mundo en donde los grupos de Silicon Valley parecen ser extraordinariamente poderosos, y Estados Unidos y China se encuentran en medio de una amarga rivalidad por el control de la red.
Pero en las raíces del Internet, donde la ICANN trabaja arduamente, todavía existe un sorprendente espíritu multilateral.
Vale la pena celebrar y defender este modelo de partes interesadas, particularmente en un momento en el que muchas otras formas de multilateralismo están bajo ataque. La capacidad de la ICANN de controlar a los titanes de la tecnología como Bezos pudiera ser uno de los pocos factores capaces de mantener Internet en una pieza en un mundo cada vez más proteccionista.
Independiente, pero lenta
Para entender esto, hay que reflexionar acerca de la peculiar naturaleza de la ICANN.
Su precursora fue creada por vez primera en California, durante los ‘90, por genios informáticos libertarios que querían construir un Internet democrático y libre de control gubernamental o empresarial. En 1998, el Departamento de Comercio de EEUU asumió una supervisión limitada y así nació la ICANN.
Sin embargo, la ICANN insistió en mantener un mandato global, y buscó involucrar a las partes interesadas a nivel mundial. Posteriormente, en 2016, el organismo se deshizo de las cadenas gubernamentales para convertirse en una operación independiente, comprometida con la toma de decisiones de abajo hacia arriba, colaborativa y democrática.Esta estructura tiene algunas serias desventajas.
Los críticos dicen que la ICANN puede ser inexplicable e incomprensible. Y, si bien la ICANN lo niega, todos están de acuerdo en que sus procesos son lamentablemente lentos. La lucha de Amazon ya ha durado siete años.
Desde hace dos años se ha estado llevando a cabo una discusión independiente sobre cómo lidiar con el Reglamento General de Protección de Datos de Europa (RGPD). (Las reglas de privacidad del GDPR chocan con la tradición de la ICANN de mantener un registro público de propietarios de dominios).
La estructura basada en el consenso también ha socavado los esfuerzos de la ICANN por mejorar la forma en que funciona el Internet. Aunque ha intentado que los usuarios cambien de un antiguo protocolo, conocido como IPv4, a una mejor versión llamada IPv6, la adopción ha sido profundamente desigual.
Obsesión con la consulta
Pero el enfoque de la ICANN tiene grandes beneficios. Su obsesión con la consulta significa que los participantes en Internet no pueden simplemente “moverse rápidamente y romper cosas” (que era el lema, ahora desacreditado y desechado, de Facebook) sin considerar el impacto social más amplio. Silicon Valley pudiera aprender una lección de esto.
Y, aún más importante, es que el enfoque multilateral ha mantenido a los ingenieros chinos y a los estadounidenses trabajando juntos, conjuntamente con sus homólogos de Rusia, India y de cualquier otro lugar, independientemente de la situación geopolítica. Esto es crítico.