El drama de Ana Paula: “Mi papá y mi hermano me violaron durante años y mi mamá nunca me creyó”
“Mi primer beso fue con mi papá”, denunció la joven que llevó la causa a la Justicia. Piden 22 años de cárcel para el hombre, 20 para el hermano y 12 para la madre, por “facilitar la corrupción sexual”.


Ana Paula tenía 9 años cuando empezó a sufrir las escalofriantes visitas de su padre en medio de la noche. Cuenta hoy, diez años más tarde, que nunca tuvo una infancia normal, que su vida fue resistir casi a diario el maltrato y abuso sexual de sus familiares y que prácticamente no tiene recuerdos de momentos felices. Es por eso que ahora reclama Justicia. Tras casi una década de sometimientos, entendió que había llegado el momento de decir basta y, acompañada por su novio, el 26 de enero de 2017 presentó la denuncia contra su papá, su hermano y su mamá.


Desde entonces la Sala I de la Cámara Penal de San Juan avanzó con la causa y actualmente se encuentra juzgando a sus familiares por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y complicidad y corrupción de menores. Esta semana, se presentó en Tribunales y como pudo relató su calvario a los medios. "A los 9 años mi papá empezó a abusarme. Mi primer beso lo tuve con él. A los 12 años perdí mi virginidad con mi hermano. Cualquier oportunidad de soledad era aprovechada por ellos. A los 15 quedé embarazada y mi mamá me dio pastillas y muchas cosas para que abortara", relató con valentía ante las cámaras de San Juan 8. 


"A los 9 años mi papá empezó a abusarme. Mi primer beso lo tuve con él. A los 12 años perdí mi virginidad con mi hermano", relató la joven.


En su desgarrador testimonio indicó que a los 7 años sus padres la obligaron a trabajar con ellos. "Hacíamos uniformes y calzado. Parecíamos una familia normal, pero eran unos psicópatas". Dos años más tarde comenzaron los abusos de su padre. Primero eran visitas nocturnas, mientras ella dormía. Cada noche él la despertaba manoseándola, luego la obligó a practicarle sexo oral. Ana Paula le contó a su mamá lo que estaba sucediendo "pero nunca me creyó".


La mujer tampoco quiso hacer nada cuando tuvo el abuso sexual de su marido a su hija frente a sus ojos. Ana Paula recuerda esa noche con claridad: tenía 13 años, su mamá había salido y su papá aprovechó la situación y se le vino encima. "Él no escuchó que mamá había vuelto y cuando la vio me dio un empujón para que yo me hiciera la dormida. Ella lo vio desnudo y le preguntó qué estaba haciendo. Él le dijo que estaba buscando el short. ‘Ahí lo tenés’, se lo señaló ella". Al otro día la mujer le preguntó a su hija qué había sucedido. "Yo ya le había contado antes y no me había creído, entonces yo tenía miedo y se lo negué. Pensé que si ella otra vez no me ayudaba y él se enteraba que yo le conté... Hoy pienso que ella no tendría que haber hablado conmigo, sino con él".


Ana Paula denunció a sus padres y su hermano en la justicia y se espera que se defina la causa en los próximos días.


Ana Paula todavía no logra entender la actitud de su madre y mucho menos su reacción cuando la causa llegó a la Justicia: "Realmente no pensaba que mi mamá los iba a apoyar a ellos, porque la verdad es que la quería y la acompañaba siempre, por más que ella hizo todo lo que me había hecho, como darme pastillas (para abortar). La perdoné y le di una segunda oportunidad pero aún así ella prefiere "al amor de su vida", como dice". 


La joven confesó que entre su padre y su hermano llegaron a violarla tres veces por semana y fue a los 15, cuando vivió el momento más difícil: quedó embarazada. "Cuando me enteré le conté a mi mamá y ahí es cuando ella me empezó a dar cosas para abortar. Me daba pastillas vía vaginal y todos los días desayunaba té con canela, pero nada sirvió porque el embarazo estaba avanzado".


El colectivo Ni una menos acompañó a la joven en las distintas instancias del juicio.


"Así que ahí le tuve que contar a mi papá. Él lo único que me dijo era que tenía suerte porque en ese momento tenía plata así que quería hacerme un aborto. Cuando fuimos al médico, el doctor se negó a practicármelo y ellos estaban furiosos. Finalmente cuando me fui a hacer una ecografía se supo que el bebé estaba muerto y me hicieron un legrado".


Para evitar que algo así pudiera volver a suceder, Ana Paula fue obligada por su madre a tomar anticonceptivos e incluso le colocaron un DIU para así asegurarse que no fuera a quedar embarazada. Según relató, su mamá llegó a acusarla de provocar a su padre y hermano para que la abusaran.


La fiscal pidió 22 años de cárcel para el papá, 20 para el hermano y 12 para la madre.


En un colectivo, Ana Paula encontró a su salvador. Se llama Miguel y es su novio desde hace dos años. Tiempo después de haberla conocido, el chico se convirtió en su confidente. "Él fue una ayuda, un pilar, todo. Siempre me decía que tenía que hacer algo porque no podía vivir así. Yo le decía que me iba a ir de la casa cuando cumpliera los 18, pero él creía que no me iba a poder ir. Me insistió para que hiciera la denuncia. Hoy lo pienso y veo que tiene razón, porque si simplemente me iba no hubiese tenido dónde ir y hubiera vuelto a ese infierno. Él me ayudó, me acompañó”.


Dos años después de aquella mañana en que hizo la denuncia, la causa está cerca de definirse. El juez Benedicto Correa dio por acreditado que la niña no mentía, ordenó meter presos a los tres sospechosos y los procesó con prisión preventiva: a los varones (hoy de 50 y 22 años) por abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores. Y a su madre, de 43 años, por facilitar la corrupción sexual de su propia hija, según se explica en el Diario de Cuyo.


“Quiero estar tranquila, quiero que se haga justicia porque me cansé de sufrir, de vivir cosas que realmente no tendría que haber vivido”.


Ana Paula


Su novio, una madrina de la niña, los psicólogos que la entrevistaron, la historia clínica, con su ingreso a un hospital para hacerse un legrado, la constancia de que la llevaron a ponerse un DIU y otras pruebas, complican seriamente a los sospechosos.


La fiscal pidió 22 años de cárcel para el papá, 20 para el hermano y 12 para la madre. La defensa, a cargo de Filomena Noriega, solicitó la absolución de los tres acusados argumentando que la joven quería quedarse con una vivienda de la familia y que por eso dijo que fue abusada.


"Quiero justicia, ellos (por los acusados) no merecen estar libres. Así como ellos, hay otros que parecen ser buenas personas y en realidad son tremendos pero uno no se da cuenta", insiste Ana Paula esperando que de una vez por todas toda esa pesadilla empiece a quedar en el pasado.


"Quiero estar tranquila, quiero que se haga justicia porque me cansé de sufrir, de vivir cosas que realmente no tendría que haber vivido. Porque no tuve una infancia y mi adolescencia prácticamente ya también se está por ir y me pregunto qué es lo que disfruté de mi vida, de mi pasado y nada".


Mientras espera por la definición del juicio, la joven trata de darle forma a una vida más armoniosa, aunque al principio su historia no fue fácil de sepultar: "Tenía continuamente pesadillas, mi novio me abrazaba y me decía que ya había pasado todo. Fui a un psicólogo y me recetó una pelotita. Anduve con ella todo el tiempo, de a poco (lo malo) se fue yendo y eso me hizo la mujer fuerte que me siento hoy”.


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Escrito Por Redaccion M
Sunday, March 17, 2019
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