La compañía de Laniado, una de las más importantes comercializadoras de estas gemas en el mundo, se llama Omega Diamonds y tiene su sede en el puerto de Amberes, Bélgica.
Un amigo de Laniado, que quiso mantener su nombre en reserva, le dijo al Mirror que al magnate sus allegados le decían ‘El argentino’, por su parecido físico con un bailarín de tango.
Laniado era uno de los hombres más conocedores de diamantes, tanto en bruto como tallados, y era muy respetado en la industria.
Entre sus posesiones más destacadas, según el Daily Mail, está un penthouse en Mónaco avaluado en 40 millones de dólares, el cual se considera el apartamento de último piso más costoso de esa lujosa ciudad.
Laniado se hizo a pulso, pues no fue a la universidad, y luego de trabajar en un hotel de Tel Aviv, Israel, como masajista, se trasladó a África, donde hizo su carrera en la industria de los diamantes.
En 2015, reporta el Daily Mail, el magnate vendió el diamante más caro hasta ese momento: el ‘Blue Moon of Josephine’, comprado por un empresario de Hong Kong, por 48,4 millones de dólares.