Los monjes conservaron su monopolio hasta 1363, año en que el burgués Seidel- Vaterstetter abrió la legendaria cervecería Franziskaner-Bräu, pionera en la localidad de Munich.
No obstante, los sumerios, 7000 años antes de Jesucristo, ya consumían cerveza y debieron descubrir el proceso de fermentación entre los ríos Éufrates y Tigris. Y los babilonios contaban con una veintena de variedades 4000 años antes de nuestra era.