Jones fue declarado culpable por el robo agravado a una mujer en 1999 y condenado a 19 años de prisión. La sentencia resultó ser severa porque, mientras la víctima forcejeaba con el ladrón, cayó al suelo y se rompió una rodilla. Los testigos del crimen describieron al sospechoso como un “hombre hispano o afroamericano de piel clara”, de nombre “Rick” y de “cabello largo recogido hacia atrás”.
En el momento del hurto, Jones se encontraba en la fiesta de cumpleaños de su novia, donde fue visto por varios invitados. Sin embargo, fue acusado de todos modos porque sus rasgos físicos coincidían con la descripción del sospechoso proporcionada por los testigos. Además, el hecho de contar con antecedentes judiciales puso más en duda su inocencia.
Luego del fallo, Richard apeló la decisión pero perdió. Fue entonces cuando recurrió al Proyecto Inocencia, de la Universidad de Kansas. El equipo de activistas logró identificar a un posible responsable del delito, Ricky Lee Amos, que lucía muy parecido a Jones y había vivido en la dirección relacionada con los hechos.
Cuando fotografías de ambos hombres fueron presentadas a los testigos oculares, estos no pudieron definir con claridad quién de los dos era el verdadero culpable. Por tal motivo, el juez desestimó la condena de Jones y lo liberó el 8 de junio de 2017. Además de la remuneración monetaria, el tribunal ordenó otorgarle un certificado de inocencia y la eliminación de sus registros de arresto y condena.
Por otra parte, no fue posible castigar a Amos porque el tiempo transcurrido desde el delito impide ejercer una acción penal. Al respecto, Alice Craig, abogada principal del Proyecto Inocencia, aseguró que Richard Jones nunca demostró rencor hacia su ‘doble’ pero se siente “decepcionado” porque este nunca admitió su culpabilidad.