Una vez que el taxista llegó, invitó va montar al cliente y a tras avanzar a penas 30 metros cuando preguntó por el destino, le dijo que lo llevara a casa, dándole la dirección exacta e informándole que iba muy bebido aunque los síntomas ya evidenciaban taled hechos. La sorpresa para el taxista fue que el destino coincidió con el lugar de donde lo había recogido. “Hostia puta, si me has dejado en el mismo lao, ahora recuerdo que la fiesta era en mi casa y he salido a fumar, que borrachera llevo, pues entonces no te pago” manifestó el mismo según el taxista.
Tras retener el conductor a este despistado y ebrio vecino, llamó al 112 solicitando presencia de Policía para explicar lo ocurrido, mediando los agentes disimulando la risa por lo absurdo de lo acontecido y pagando el susodicho 12 euros por esa vueltecita nocturna por el barrio.