El pasado 29 de octubre, el norte del país vivió uno de los temporales más virulentos de su historia. El nivel del mar subió hasta los 156 centímetros en Venecia registrando su máximo nivel desde 2008. Ese día las cámaras de seguridad del restaurante Bagni Maddalena, situado en el paseo marítimo de Arenzano (Génova), grabaron la desolación que dejó a su paso una ola gigantesca que arrasó con el local.
La ola destrozó la cristalera y se abrió camino anegando el interior del restaurante. Afortunadamente, tal y como indica el ‘Daily Mail‘, el local se encontraba cerrado al público.