Un consorcio multinacional de científicos ha anunciado esta semana el lanzamiento de un ambicioso proyecto: pretenden secuenciar los genomas de todas las 66.000 especies conocidas de animales vertebrados. Los datos genéticos obtenidos se acumularán en una biblioteca digital con acceso abierto.
El proyecto, llamado "Genome 10K", es liderado por investigadores de la Universidad de California en Santa Cruz (Estados Unidos). Según declara el sitio web del grupo, a partir de la base de datos de este ente educativo se desarrollará una biblioteca genética digital de acceso abierto, alojada en Amazon. Próximamente contará con la función de identificación de genes.
La primera tanda de genomas secuenciados ya es una realidad y cuenta con 15 especies, no obligatoriamente "de dos en dos", aunque esta es la meta fundamental de los genetistas participantes. La base de datos, bautizada el "Arca de Genomas" (Genome Ark) debe contener un ejemplar masculino y un femenino de cada una de las especies.
Una de las aves incluidas en esta primera selección es el kakapo, un loro no volador que solo se encuentra en Nueva Zelanda y que está al borde de la extinción, con menos de 150 ejemplares vivos. A uno de esos ejemplares, al que los científicos llamaban "Jane", el grupo le dedicó todo el proyecto, porque murió en mayo de este año, poco antes de que terminara la secuenciación de sus genes.
Además del loro, incluye al diamante mandarín y el colibrí de Ana entre los pájaros; dos especies de murciélagos, el lince canadiense, el ornitorrinco; también una tortuga recientemente descubierta en México, un anfibio sin extremidades, que parece a un serpiente; y cinco especies de peces.
Los 15 genomas ya mapeados dentro del proyecto son el material genético más completo disponible sobre las respectivas especies, afirma el comunicado. El equipo está dispuesto a repetir este procedimiento decenas de miles de veces, puesto que la tecnología ya no es tan cara y permite que el trabajo esté cumplido para todos los vertebrados.
Se espera que en el proyecto tomen parte más de 150 expertos de las instituciones académicas, industriales y gubernamentales de al menos 12 países. Su trabajo puede ser de gran valor para los esfuerzos de conservación de la biodiversidad. Los genomas del proyecto se utilizarán para identificar las especies que genéticamente tienen mayores riesgos de extinción, algo que permitirá preservar su información y ayudar a salvarlas.
(Fuente: RT)