Después de conseguir el material biológico, el matrimonio viajó a Estados Unidos para tener un hijo mediante una gestación subrogada, una técnica prohibida en el Reino Unido.
“Es algo inusual, pero que un honor ayudar a la pareja”, asegura David Smotrich, encargado de la intervención. Este proceso ha costado al matrimonio entre 60.000 y 100.000 libras.