El episodio sucedió domingo 17 de junio y dejó a todos con la boca abierta cuando el “difunto” llegó caminando a su propia casa, donde se encontró con un cuadro desolador. Ahí la explicaron que él mismo había muerto y había sido enterrado…

La noticia ocurrió en Santa Teresa, en las afueras de la ciudad Pedro Juan Caballero, Paraguay, a 600 kilómetros de la capital. De acuerdo a las investigaciones, Penayo se fue de su casa el jueves y no regresó hasta el domingo.

Luego explicó que había estado trabajando en una estancia del lado de Brasil. Algunos días después, la policía encontró un cadáver calcinado al que no se le pudo determinar la identidad y la familia de Penayo creyó que se trataba del hombre desaparecido.

Con un final feliz, el supuesto velorio y entierro al final se convirtió en festejo en Santa Teresa, aunque la identidad del verdadero fallecido sigue sin poder establecerse. El cadáver fue trasladado a la morgue para esperar que alguien lo reclame.

Para los más memoriosos, la escena hace acordar al falso velatorio de Mamá Cora, el personaje de Antonio Gasalla en “Esperando la Carroza”, la recordada película que hizo en 1985 Alejandro Doria. Todos la creían muerta y Mamá Cora apareció caminando por la sala velatoria, con flores en la mano.