Se trata de la enuresis o incontinencia urinaria nocturna que si no se trata puede prolongarse hasta la adolescencia y llegar, incluso, a la edad adulta.
Este tema trae a colación el reciente caso ocurrido en Barahona, donde una pareja fue apresada por presuntamente quemar con un carbón encendido la parte íntima a su hija de dos años, porque esta se orinó en la cama.
Para el psicólogo Miltón David Corniell la enuresis tiene, principalmente, dos factores asociados: el fisiológico y el psicológico, y ocurre con más frecuencia en niños entre uno y cinco años de edad.
Expresa que la niña afectada por sus padres debe recibir tratamientos médicos para superar tanto la condición de enuresis como la consternación emocional producida por el salvajismo de sus padres.
Quemar, agredir, golpear y humillar son acciones que el psicólogo cataloga como erróneas a la hora de tratar la condición de un niño que se orina en la cama.
Indica que antes de incurrir en un castigo para el infante lo ideal es llevarlo con un uropediatras, que tratan las enfermedades del sistema urinario en infantes, para practicarle algunos análisis y procedimientos de evaluación que determinen el origen de algún factor fisiológico como el descontrol de esfínter.
Como aspecto psicológico, el experto dice que se puede dar el caso de algún nivel de ansiedad que puede ser causado por miedo a la oscuridad, a objetos reales o imaginarios; juegos sobre fantasma que infunden miedo en los niños, lo que interfiere con la voluntad para levantarse a orinar, prefiriendo hacerlo en la cama.
También se refiere a la crisis familiar, como uno de los posibles causantes de la condición del niño. “Las discusiones en la relaciones de pareja de las cuales los niños y adolescentes, en muchos casos, tienden a sentirse culpables por lo que pasa”, aclara.
Recomendaciones
El también director del Instituto de Terapia y Psicología Familiar (Intepsif) dice que no se debe exponer al ridículo a los niños o adolescentes.
“Algunos usan las prendas mojadas para frotarlas de manera agresiva en el rostro de sus hijos, fomentando trastornos evitativos, caracterizados por la incomodidad social y la tendencia a evitar el contacto interpersonal, reactivos y de sumisión enfermiza”, manifiesta.
Exhorta a los padres realizar algunos ejercicios de fortalecimiento y contracción al músculo pubococcígeos de sus hijos, que consiste en hacer fuerza a la hora de orinar para cortar el “pis”, se aguanta un poquito, se dejar salir. Con eso se logra fortalecer la zona y así lograr que los niños aprendan a contener la orina hasta depositarla en el baño.
Indicó que se le debe dar muestra de afecto y amor a los niños y elogiarlos cuando no se orinen en la cama.
El psicólogo recomienda crear rutinas nocturnas para establecer el hábito de ir al baño. Se pueden poner varias alarmas en la noche para inducir a los niños a despertarse e ir al baño.
Advierte que se debe evitar la ingesta de líquidos a partir de determinadas horas de la noche y si les da sed, solo ofrecer tragos mínimos que sacien el deseo de beber agua.
Enfatiza que a la hora de los niños salir a amanecer fuera de casa, es necesario encargar a una persona de confianza el manejo de la rutina para construcción del hábito de contener la orina o el uso de otros recursos disponibles para los fines.