Pero de pronto, el capitán Liu Chuanjian, que volaba un Airbus A319 entre las ciudades de Chongqing y Lhasa, en Tíbet, escuchó un sonido que remeció toda la cabina.
“No hubo ninguna señal de advertencia. El parabrisas se quebró, dio un fuerte golpe. Lo siguiente que supe fue que mi compañero había sido succionado “, le contó al diario Chengdu Economic Daily.
En medio del vuelo, a casi 10.000 metros de altura, uno de los cristales de la cabina se rompió y el copiloto vio la mitad de su cuerpo fuera de la aeronave.
Estuvo por varios minutos así, expuesto a bajísimas temperaturas y a la falta de oxígeno.
Se salvó por un pelo, es decir, por el cinturón: el dispositivo de seguridad no permitió que el suboficial fuera totalmente succionado de la cabina.
Pero mientras el copiloto trataba de salvar su vida, el avión perdía altura abruptamente, descendía la presión y la temperatura en la cabina y los equipos comenzaban a fallar.
“Todo en el interior del avión estaba flotando en el aire. No podía escuchar la radio. El avión temblaba con tanta fuerza que no podía leer los indicadores”, añadió el capitán.
El vuelo
El incidente ocurrió en el momento en que se servía el desayuno en el vuelo 3U8633 de Sichuan Airlines.
Pero de pronto el avión se precipitó hasta los 7.000 metros en pocos minutos.
“No sabíamos qué estaba pasando y nos entró el pánico. Las máscaras de oxígeno cayeron… Experimentamos unos segundos de caída libre antes de que se estabilizara de nuevo”, contó uno de los pasajeros al Servicio de Noticias de China.
Reuters
Las máscaras de oxígeno cayeron cuando el avión comenzó a perder altura, temperatura y presión.
Pero según la Administración de Aviación Civil del país asiático no hubo daños mayores: el copiloto solo sufrió un esguince en la muñeca y cortes faciales y otro miembro de la tripulación de cabina tuvo una leve lesión en la cintura por una caída.
Finalmente, el avión aterrizó de emergencia con los 119 pasajeros ilesos.
¿Qué pasó después?
Algunos pasajeros fueron llevados para chequeos a un hospital y otros tomaron otros vuelos en la tarde hacia sus destinos.
El capitán, entretanto, fue ampliamente elogiado en las redes sociales por lograr controlar el avión y aterrizarlo después del incidente.
La etiqueta #ChinaHeroPilot (piloto héroe de China) fue una tendencia en el sitio local de microblogs Weibo, con 160 millones de visitas y 17.8 millones de comentarios.
Pero mientras que algunos pedían un premio para el piloto, otros también exigían mayores controles de seguridad.
Airbus y la agencia francesa de investigación de accidentes aéreos enviaron equipos a China para investigar el incidente.
El hecho tuvo lugar dos meses después de que una mujer muriera en Estados Unidos tras ser succionada parcialmente por la ventana de un avión, cuyo motor explotó en el aire.
Las fracturas de los cristales parabrisas de la cabina son incidentes relativamente comunes y pueden ser causadas por rayos o por lo que denominan “golpe de pájaros”, cuando las aves se estrellan contra el avión en vuelo.
Sin embargo, la pérdida de una ventana completa, como ocurrió en este vuelo, es muy rara, según los expertos.