Después de superar las 25 millones de reproducciones, la madre borró el video. Si bien ya había sido subido en otras plataformas, la decisión comenzaba a mostrar los efectos de la viralización. El escrutinio y los oportunistas no demoraron en abordar el tema.
Una multitud de famosos se pronunciaron sobre el bullying, una problemática que aqueja a millones de niños, y ofrecieron su apoyo a Keaton, pero otras voces comenzaron a denunciar a la familia.
Usuarios hallaron una cuenta en Instagram bajo el nombre de la madre, Kimberly Jones, en la que se ven fotos de niños, entre ellos Keaton, con banderas confederadas, símbolo del pasado racista y esclavista de Estados Unidos.
La madre del niño se muestra con simbolos racistas y armas en las redes
En el perfil de Jones también se encontró otra foto con la polémica bandera y también un mensaje publicado pocos días después de una manifestación neonazi en Charlottesville en la que, sin ser explícita, dice a sus contactos que “dejen de quejarse”.
Además, múltiples cuentas aseguraban, sin fundamento, que Keaton era abusado por llamar con epítetos despectivos a sus compañeros, acusación que no ha sido confirmada por ninguno de los allegados a la escuela.
Las críticas sobre la familia se trasladaron posteriormente a las campañas de apoyo, ya que resaltaban la contradicción entre el presunto pensamiento discriminador de la madre y el reclamo de tolerancia para su hijo. “Quienes nos conocen, a mí y a mi familia, saben que no somos racistas”, protestó en Twitter la hermana mayor de Keaton, Lakyn.