Una apicultora estadounidense embarazada decidió celebrar la inminente llegada de su cuarto retoño protagonizando una sesión de fotográfica en la que se retrató con 20.000 abejas recorriéndole el vientre.
Emily Mueller cuenta que el secreto para controlar a los veinte millares de insectos consistió en meter a la reina de la colmena en una pequeña jaula.
Esta mujer de South Akron, en Ohio, asegura que la sesión no entrañaba ningún peligro. Solo tres abejas la picaron y, según ella, la culpa no fue de los insectos: "Ninguna de las abejas me picó intencionalmente. Fue error mío. No vi que tenía una en la mano", dijo a Huffington Post.
La estadounidense explica que "las abejas representan la vida y la muerte". Emily y su marido Ryan han tenido tres abortos espontáneos. "Estas fotos están dedicadas a la vida y a la muerte, a todos los hijos que hemos tenido", subrayó ella.
Emily quedó satisfecha con la sesión: "Conectar de esta manera con la naturaleza fue increíble, tener las abejas directamente sobre mi vientre fue algo muy espiritual".
Mueller es consciente de que muchos pueden considerar una locura esta sesión de fotos: "Lo entiendo completamente. Hace unos años yo también tenía miedo de las abejas."
También quiere dejar muy claro que su futuro hijo no corrió ningún riesgo: "Las abejas son cariñosas, espero que la foto de mi vientre cubierto de abejas haga que la gente vea que no son tan aterradoras como creen".
La autora de esta peculiar sesión de fotos fue Kendrah Damis, una amiga de Emily.