Aunque es llamado “tiburón ballena” (Rhincodon typus), esta especie en realidad es un pez y es el único miembro de la familia Rhincodontidae y del género Rhincodon.

El vientre del tiburón ballena es blanco y blando, pero su dorso puede llegar a tener hasta 10 cm de grosor y tiene manchas que asemejan un tablero de ajedrez o damas chinas. Cada patrón es único y les sirve a los científicos para identificarlos y realizar censos.

Aunque tiene un gran tamaño, el tiburón ballena es uno de los peces más lentos del mar. Esta especie usa todo su cuerpo para nadar y sólo alcanza una velocidad de 5 km/h, una velocidad relativamente lenta para un pez de tan enorme tamaño.

A pesar de que su nombre indica que podría ser un depredador ágil y enorme, los tiburones ballena son una de las tres especies que se alimentan mediante un mecanismo de filtración de agua, como el tiburón peregrino (Cetorhinus maximus) y el tiburón boquiancho (Megachasma pelagios).

Para alimentarse, el tiburón ballena succiona gran cantidad de agua y al cerrar la boca la filtra a través de sus peines branquiales, así todo lo que mida más de 2 ó 3 milímetros de diáInvestigadores han observado que los tiburones ballena “tosen” para expulsar de sus branquias la acumulación de partículas de alimento. Esta especie se alimenta principalmente de macro algas, fitoplancton y kril, y a veces de crustáceos, calamares y bancos de peces pequeños.metro queda atrapado y es inmediatamente engullido.El tiburón ballena es una especie que no representa ningún peligro para el ser humano, incluso son una parte fundamental de la industria del ecoturismo, pues diversas empresas turísticas realizan actividades de buceo en los que puedes nadar con estos animales.

Las cifras de la población de tiburones ballena es desconocida para los investigadores; sin embargo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha clasificado a esta especie como vulnerable.

La pesca, venta, importación y exportación de tiburones ballena con fines comerciales está penada y prohibida en países como en Filipinas y Taiwán, donde se sacrificaban anualmente hasta 100 ejemplares, debido a que su carne es considerada un manjar en Asia.