Llegan las vacaciones. ¿Qué busca el que se toma un descanso? Depende de la edad. Desde una playa que tenga juegos, pasando por un lugar con mucha vida nocturna, recorriendo el espinel de los que aman el paisaje y hasta llegar a los que sólo piensan en la buena comida. Pero todos tienen un denominador común: un buen hotel. Bueno, entonces el que van a ver ahora no es para ninguno de ellos. Este hotel es sólo para valientes.
Los guardacostas estadounidenses rezaban día tras día para que la Torre Frying Pan (Torre de sartén), un viejo faro con estampa de plataforma petrolífera, situado a 55 kilómetros de la costa de Carolina del Norte, se hundiera de una buena vez.
Pero conozcamos su historia. Ese tramo del litoral atlántico siempre fue un peligro para los navegantes, porque la desembocadura del río Cape Fear crea unos bancos de arena que complican el tránsito de embarcaciones. Durante muchos años se trató de hacer decrecer el riesgo de naufragios mediante el uso de sucesivos buques faro, hasta que en 1964 se decidió levantar una estructura fija, la torre, un armatoste casi inútil.
Una guarnición de guardacostas permaneció destacada allí hasta 1979 y en 2003 la torre quedó fuera de servicio. Pocos creían que esa estructura iba a soportar mucho más las tormentas atlánticas. Los huracanes Fran y Floyd, en la segunda mitad de los "90, provocaron serios daños al faro abandonado. Muchos estaban convencidos que se iría a pique.