Sin embargo, al poco rato empezó a sentir que sus labios ardían hasta llegar a un punto donde debió llamar una ambulancia. “Parecía Pete Burns. Parecía que me hubieran atado dos salchichas en la cara. Nunca había experimentado algo así. Pensé que así se quedaría.
Esa mujer había arruinado mi cara”. Pagó la cantidad señalada porque el servicio sería profesional, pero según relató a Mercury Press, “ella se arrodillo junto a mí y me inyectó de golpe. Se acabó en dos segundos, pero nunca he experimentado un dolor igual”.
Sus labios comenzaron a sangrar casi inmediatamente, pero la estilista le dijo que era normal y se fueron al hospital, los médicos le dieron esteroides para reducir la hinchazón, pero Omalley dice que sus labios no han regresado a su tamaño normal.
Aún peor, sus hijos quedaron “traumatizados” por el incidente y no puede besar a sus hijos por un tiempo.
“Cuando mi madre me vio hizo arcadas. Mi papá también se puso muy mal. Mi novio estaba muy preocupado. Siempre me dice que no haga estas cosas”. Leona quiere usar lo que le pasó para advertir a las personas que investiguen antes de hacerse cualquier tratamiento estético.
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