Nueva York está “envejeciendo”
Recientemente la Gran Manzana pasó a ser la segunda ciudad del país que da paso a una iniciativa para el desarrollo de la fuerza laboral, de uno de los grupos más terriblemente discriminados en el momento de optar para un puesto de trabajo: los adultos mayores.
Poblacionalmente hablando, este grupo no ha parado de crecer en la última década en Nueva York, aunque esta alza sigue definida por la variable de la pobreza. Con más agudeza en las comunidades hispanas.
En este contexto, el plan ‘Silver Corps’, patrocinado por la organización AmeriCorps Seniors (AmeriCorps) con el apoyo de la Ciudad de Nueva York abre otra posibilidad de “proteger” a los neoyorquinos mayores que se sienten con disposición física y mental de aportar a la economía, pero que históricamente son “sacados del juego”, por los prejuicios de la edad, en la mayoría de los entornos de selección de personal.
AmeriCorps, es una agencia federal que aborda oportunidades económicas y crea vías de empleo para adultos mayores.
“Sabemos que la demanda existe entre los neoyorquinos mayores que quieren seguir trabajando. Pero muchas veces se les impide debido a los prejuicios de edad. Este programa nos permitirá ayudar a más residentes mayores, que necesitan apoyo para ingresar a la fuerza laboral”, explicó Lorraine Cortés-Vázquez, comisionada del Departamento para Adultos Mayores de la ciudad de Nueva York.
Para convertirse en un participante del programa ‘Silver Corps’, los residentes de la ciudad de Nueva York, deben tener al menos 55 años de edad y estar actualmente desempleados o subempleados.
Además, deben tener la disposición de participar en un programa de certificación especializada y capacitación en habilidades específicas. También es una condición ser voluntario, un mínimo de 10 horas por semana, en una organización sin fines de lucro o agencia de la ciudad.
Desde ya, hay una docena de personas inscritas, como parte del primer grupo que se prepara para el trabajo, el conocimiento financiero y especialmente la alfabetización digital.
Todos los participantes realizarán proyectos de servicio comunitario en una organización local o en una agencia municipal.
Desde hace 50 años, la Alcaldía de la Ciudad de Nueva York, ha buscado alternativas para incorporar o reinsertar a centenares de personas adultas al mundo laboral.
Tres niveles
Hay tres niveles en los cuales se ubican a los participantes en este recién lanzado plan. En un primer nivel, se llega a la categoría de “Explorador”, es decir con una vinculación rápida a un empleo, que no requiere una credencial o capacitación.
La otra opción es de “Navegador”, lo que significa que se requiere hasta un año de obtención de credenciales o capacitación en habilidades ocupacionales.
En el tercer nivel, clasificado como “Viajero”, se requiere más de un año de obtención de credenciales o capacitación en habilidades ocupacionales.
Durante la parte del voluntariado y capacitación, se proporciona una pequeña bonificación a los participantes. Los servicios de apoyo para la colocación laboral, están disponibles según el nivel de cada persona. 
“La porción de servicio comunitario de este programa, también es un componente clave. Ser activo a medida que envejecemos, es muy positivo para el cuerpo y la mente. Los participantes de este programa ejercitan ambos aspectos”, destacó Cortés-Vázquez.
En efecto, varios reportes indican que el 76 por ciento de los trabajadores mayores ven la discriminación por edad, como un obstáculo para encontrar un nuevo trabajo. 
Otros informes avalados por la organización ARPP, encontró que más de la mitad de estos trabajadores mayores, son expulsados ????prematuramente de trabajos de larga duración. Y el 90% de ellos nunca vuelve a ganar tanto, como cuando eran más jóvenes.
“Estamos empoderando a los adultos mayores para que se preparen, se reintegren a la comunidad y la economía local. Esta iniciativa permitirá a los adultos mayores aprovechar su experiencia, talentos y habilidades en nuevas industrias y sectores de alta necesidad”, dijo Lisette Nieves, presidenta del Fondo para la Ciudad de Nueva York y miembro de la Junta Directiva de AmeriCorps. 
Experiencia y sabiduría
En este sentido, el criterio de fondo que impulsa esta estrategia, es que la integración de los adultos mayores a la fuerza laboral, es crucial para una verdadera recuperación económica post pandemia de forma equitativa e inclusiva. 
También se aprovecha la “riqueza de la experiencia y la sabiduría” que fomenta la colaboración de varias generaciones.
“Los adultos mayores son excelentes empleados. Si se toma el tiempo para capacitarlos adecuadamente, todos ganan, los clientes y nuestra economía”, razonó Harriet Blank, directora de Servicios Geriátricos del Ohel Children’s Home and Family Services.
En general, quienes se acerquen a este programa, tendrán la opción de apostar a una oportunidad laboral, en un momento en el cual muchas personas de la tercera edad calculan que todas las puertas se le cerrarán. Aún, cuando tengan la fortaleza física para seguir en el mercado laboral.
“El voluntariado me hizo ver la vida bajo una luz diferente”, compartió Tony Lorenzo, miembro de Silver Corps.
“Eres mayor, te descartan”
Las historias de quienes entran en la “curva” de los 55 años y ya empiezan a ser descartados de trabajos parecen ser infinitas.
Por ejemplo, la dominicana Josefina Feliz, de 60 años, asegura que se siente sana y con talento para hacer ciertos trabajos de secretaría y servicios al cliente, aunque cuenta que tiene que conformarse con opciones de muy baja calidad, en una ciudad que ella asegura siempre apuesta a “los más jóvenes”.
“De repente aplicas y tienes la experiencia. Yo manejo las computadoras y todo. Hablo bien inglés. Pero cuando vas a una entrevista o chequean tu edad, van a preferir a un joven. Creen que uno se enferma más. Que es más lento. Yo desistí de buscar. Aunque tengo la certeza que tengo más sensibilidad y responsabilidad que muchos jóvenes”, compartió Josefina.
El “boom” de los adultos mayores
El plan ‘Silver Cops’ se empieza a desarrollar en un momento en el cual los neoyorquinos de 65 años o más representaron el 16.2 % de la población de la ciudad en 2021. En 2011 era el 12.3%. 
En total, ahora residen en los cinco condados de la Gran Manzana 1.373.495 personas de 65 años o más.
De acuerdo con un reporte actualizado este 2023 por el Center for an Urban Future, la cantidad de adultos mayores, aumentó en al menos un 32 por ciento, en todos los condados de Nueva York durante la última década. 
Particularmente en Queens experimentó el crecimiento más rápido (39.3%).
Este informe revela en detalle el auge en la población de 65 años y más en el estado, pero también un “aumento alarmante de la pobreza entre los adultos mayores”.
Los números reflejan que uno de cada cuatro adultos mayores en El Bronx vive en la pobreza, la tasa más alta del estado. 
Mientras que los niveles de pobreza en ancianos supera el 15% tanto en Brooklyn (20.9%) como en Manhattan (16.3%).
Los hispanos: Los más pobres
El estudio titulado ‘Manteniendo la paz de la población envejeciente de NY’ de este centro de investigación, revela que lamentablemente los neoyorquinos hispanos, de 65 años o más, siguen experimentando las tasas más altas de pobreza de adultos mayores que cualquier otro grupo étnico, con un 23.5%.
Los adultos mayores asiáticos tienen la segunda tasa de pobreza más alta con un 19.1 %. Seguidos por los afroamericanos con un 16.6 % y los adultos mayores blancos con un 8.7 %.
El Bronx tiene la mayor proporción de adultos mayores latinos nacidos en todo el estado. Este grupo comprende el 41% de los ancianos de este condado.
La población de inmigrantes mayores que residen en el condado de la salsa aumentó un 30% durante la última década. Mientras que la cantidad de adultos mayores nacidos en el país se elevó en un 39%.
“Con la pandemia quedamos peor”
La dominicana Nilda Báez, de 65 años de edad, como líder comunitario describe que la vida de la mayoría de los ancianos, particularmente los hispanos de la ciudad de Nueva York, está marcada por “duras complicaciones”.
“En mi caso, por un accidente laboral, me tuve que retirar a los 51 años de trabajar. Y lamentablemente no hay pensiones, ni programas sociales, ni iniciativas que terminen por dignificar a la población adulta que vive en la pobreza. En algunos casos enfrentando desalojos, enfermedades crónicas o con un ingreso por retiro que alcanza apenas para comer“, opinó la isleña.
Nilda dice que históricamente ha observado que la tendencia es que los fondos de ayuda para los adultos mayores los van reduciendo.
“Sé de programas de inserción laboral y de programas alimenticios con muy buenas intenciones que funcionan. Pero el fondo del asunto es que por la calidad de vida que llevamos los hispanos, difícilmente llegamos a cierta edad, sin dolores, sin problemas crónicos de salud. En nuestros vecindarios la mayoría está buscando cómo sobrevivir. Muchos quisieran trabajar porque las pensiones de retiro no alcanzan. Otros podrían perder sus seguros médicos. Con la pandemia quedamos peor. Más afectados con dolores y con más problemas económicos”, concluyó.
 
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Escrito Por Redaccion
Monday, June 19, 2023
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